ORLANDO FURIOSOS DE
LUDOVICO ARIOSTO
Orlando es un cristiano
paladín dotado de fuerza extraordinaria
y de nobleza única, se enamora de Angélica, princesa china, para lograr
su amor, consuela viudas, ampara doncellas, deshace encantamientos, y lucha con
ejércitos enteros, y cuando Orlando acaba de regresar de sus aventuras por Oriente.
Se presenta en el
campamento cristiano de los Pirineos donde Carlomagno pretende hacer frente
a la invasión sarracena de Agramante, rey de África, y Marsilio,
rey de Zaragoza. Se halla allí Reinaldo,
que disputa también el amor de Angélica,
muy a pesar de ella que lo odia; a causa de haber bebido ambos de dos fuentes
diversas: Reinaldo de la fuente del Amor y Angélica de la del Odio. La víspera
de la batalla Carlomagno,
para evitar litigio alguno entre Orlando y Reinaldo, confía la princesa a Námo,
duque de Baviera, y promete que será de aquel cuyo valor más se distinga frente
a los moros.
Pero los cristianos son
completamente vencidos y Angélica aprovecha la confusión para huir a lomos de
un palafrén. Durante su huida es descubierta y perseguida por Reinaldo, que ha
perdido su caballo Bayardo y
anda en su busca. A pesar de la desventaja de Reinaldo, que debe seguirla a
pie, es alcanzada dos veces; pero primero Ferragús,
sobrino de Marsilio, y luego Sacripante, rey de Circasia, (ambos también
enamorados de Angélica) entorpecen la persecución de Reinaldo. Finalmente
Angélica topa con un ermitaño que sabe nigromancia y al que cuenta su caso. El
ermitaño invoca un demonio que en hábito de paje hace creer a Reinaldo que
Angélica ha regresado a París junto a Orlando.
Angélica, que quedó en
compañía de un ermitaño, es conducida por éste a una playa solitaria, donde el
viejo tiene el propósito de abusar de ella. No lo consigue por su avanzada edad
y allí es raptada por el pueblo bárbaro de Ebuda que pretende darla viva en
ofrenda a la Orca. En París, Orlando, consumido por el amor a Angélica tiene un
sueño premonitorio que le advierte del peligro que corre su amada, y disfrazado
abandona París en su búsqueda. Durante su camino tiene noticias del pueblo de Ebuda y
sospechoso de que Angélica pueda estar allá, se embarca; pero una inoportuna
tormenta lo arrastra a Holanda,
donde socorre a la condesa Olimpia, que es hostigada por el rey Cimosco. Vence a este rey, repone aOlimpia y a su esposo Bireno en su primitiva
dignidad, y se dispone a tomar rumbo a Ebuda. Sin embargo, Bireno se
enamora de otra mujer y abandona a Olimpia a su suerte.
Melisa instruye a Rogelio
en la monta del hipogrifo. Éste lo cabalga y viaja con él atravesando Asia y
Europa. Pasa Inglaterra y después Irlanda y cerca, en la isla de Ebuda,
contempla como una desnuda Angélica espera ser devorada por el monstruo marino.
Logra rescatarla y huye con ella a la Bretaña francesa. Allí descabalgan ambos
y Rogelio queda prendado de la belleza de Angélica, pero ésta metiéndose en la
boca el anillo que le había confiado previamente el caballero se vuelve
invisible y huye de él y se determina a volver a su reino del Catay. A la vez que pierde
a Angélica, pierde el hipogrifo al que había dejado atado a un árbol para poder
hostigar a Angélica, Al poco Rogelio contempla cómo un gigante combate una
mujer que le parece ser Bradamante y los sigue.
Olimpia, sola y abandonada.
es capturada por las gentes de Ebuda que la ofrecen a la Orca a cambio de
Angélica. Llega Orlando al fin a la isla, rescata a Olimpia y mata al monstruo.
Llega también Uberto, rey de Irlanda,
que se enamora de Olimpia, la toma por mujer y jura vengar la vileza de Bireno.
Orlando, por su parte, decide continuar la búsqueda de Angélica, pero acaba
engañado por Atlante que ha construido un palacio mágico en el que quien llega
a él ve lo que más desea y pierde el tiempo persiguiéndolo en vano por sus
habitaciones. Allí están ya presos de su propio deseo. Llega después Rogelio
detrás del gigante y Bradamante, porque son éstas en realidad figuras
contrahechas que forman parte del encantamiento. Angélica, por casualidad,
llega también al palacio, aunque el poder del anillo la libra de sus engaños.
Ve a Sacripante y a Orlando y, como necesita un caballero que la proteja en la
vuelta a su tierra, elige que este sea Sacripante. Se hace visible ante él,
pero Orlando que esta cerca también la
ve. Al darse cuenta, huye la princesa y va tras ella alejándose del palacio y
de su encantamiento. Allí muda de consejo Angélica y decide que el poder del
anillo le basta para viajar segura, así que se lo mete en la boca y desaparece
de la vista de los tres. Entre tanto Ferragús logra hacerse con el famoso yelmo
de Almonte,
que calaba Orlando.
Angélica a pesar de todo lo que ha hecho
Orlando por conquistarla lo desdeña y se casa con Medoro, un pobre diablo, sabe que se ha casado y de la pena enloquece
furiosamente y se dedica a matar dragones, remover montañas, apagar luceros,
trasplantar cedros, y a mil y más
empresas absurdas.
Orlando tiene un amigo
Adolfo quien después de mucho buscar encuentra
un remedio eficaz, y encuentra la razón perdida de Orlando lucha y en
pleno combate la embotella y le da de beber a su amigo y así recobra el juicio
y gana para Cristo los países mahometanos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario